HITOS DE LA RUTA

 MONTE FELIPE O MONTE DE LAS MORATILLAS.


Se encuentran a 834 m. de altitud. Situadas al Oeste de Yecla, comienzan a 6 km. en la casa de Don Felipe y terminan en el Pulpillo, con una longitud de 6 o 7 km. Es un monte con varias planicies, en su cima con coronas rocosas. En la parte que linda con la finca casa de Don Felipe, existen dos poblados de la edad de Bronce, vírgenes, y un campo de petroglifos con formaciones de constelaciones. Muy cerca de los asentamientos de la edad de Bronce existe un pequeño manantial y al lado la famosa cueva de Las Moratillas. En Abril de 1874 fueron avistadas cerca de Yecla unas gavillas de carlistas y el juez Alejadro García de la Riva recogió una serie de documentos que mantuvo escondidos en la cueva de las Moratillas durante las 34 horas que duró la permanencia carlista en el pueblo. En la parte que linda dicho monte con El Pulpillo, salía el manantial ya seco que alimentaba de agua al Pulpillo con varios asentamientos de distintas épocas.
El origen del nombre de la finca de Don Felipe viene desde antiguo, pues hace muchos años les daban de comer a los peones casi todos los días trigo entero, que era una comida muy común hasta los años cincuenta del siglo XX, que hoy ya no se cocina, que consistía en poner a remojo trigo, cuando blandeaba se echaba al mortero, se picaba para sacarle la cáscara o salvado y después condimentarlo.
La Mancha comienza en la casa de Don Felipe, pues su arquitectura con palomar en todo lo alto de la casa es típicamente manchega. Los dueños que han mantenido dicha casa han respetado su arquitectura original.



EL CERRICO DE LA FUENTE



Está situado a 641 metros de altitud y a 1 km. al Norte de Yecla.  Parece un hijo menor de la majestuosa Sierra de la Magdalena. En su parte Norte está la fuente o pozo artesiano por donde bajaban las aguas del Pozo de Santa María.. En su parte Este está la fuente  que en la parte sur formaba el lago del Rasillo. En la zona del nacimiento se ha detectado el más antiguo asentamiento humano,de unos 30.000 años de antigüedad, de grupos dedicados a la caza y al nomadeo. 
En dicho nacimiento de agua los pastores daban de beber al ganado serrano que bajaba de las serranías de Cuenca por la Cañada Real hacia los pastos de los campos de Cartagena. De ese nacimiento también se estuvo extrayendo agua  hasta mediados del siglo XX .  Sus lodos resecados e impermiabilizados se usaban para entabacar los tejidos de las casas, entre las tejas moras y las cañas. Con la llegada de la fuerza motriz, se instaló un motor que elevaba el agua hacia un depósito a media ladera del Cerro del Castillo, y desde allí se servía agua a Yecla. A finales del siglo XX se hizo otro depósito más grande encima del  Cerro de la Fuente, que en la actualidad es el que sirve de agua a nuestro pueblo. Desde finales del siglo XIX y hasta mitad del siglo XX, existieron unos caños en el Muro de los Aguadores, y de allí se distribuía el agua por todo el pueblo, en carros provistos de un tonel de madera. 


EL PULPILLO


El Pulpillo es un paraje de antigüedad prehistórica, con 50 siglos de presencia humana. Existe un campo de pretrogrifos, en su zona Norte en la loma de La Sartén, en la zona Este se encuentran asentamientos de la Edad de Bronce, en la zona sur algunas tumbas árabes y  un manantial de origen romano, con la balsa que aún suministra a los viejos caserones para regar sus huertos y jardines. Entre ellos el caserón del Cura Obispo, Antonio Ibáñez Galiano, con un reloj de sol de Isidro Carpena de 1805.


LA MAGDALENA


El 28 de Enero de 1564 el custodio Antonio de Llerena toma posesión de la ermita, con dos testigos de excepción: el beato Andrés de Hibernón y San Pascual Bailón. Más tarde también moró allí Fray Andrés de la Rosa, el padre santo de Yecla. Se cuenta que San Pascual Bailón plantó una higuera. Hasta hace poco, el día 25 de Mayo, San Marcos, con motivo de la romería, se decía una misa en conmemoración de la batalla de Almansa en 1707. En su parte norte existe el único nevero de Yecla, a punto de derribarse hoy, si alguien no lo remedia.
Cerca de dicho nevero existe un afloramiento de agua del siglo XVII. Según Giménez Rubio, salía tanta agua que tuvieron que taponarlo. Hoy es un basurero.



EL MONTE ARABÍ

El Monte Arabí tomó quizás  su nombre en honor del gran místico hispano-árabe Ben Arabí, nacido en Murcia en el año 1.164 y que descansa en Damasco desde 1.240. Este gran sabio pacifista escribió entre sus muchos libros La sabiduría de los profetas y El libro de las revelaciones.
El Monte Arabí se encuentra a 16 Km al oeste de Yecla, con una altura de 1.065 m sobre el nivel del mar. Ocupa una extensión aproximada de 500 ha. Es una mole de granito, y al acercarse a su entorno podemos notar un halo de misterio. Su figura se asemeja a un dinosaurio dormido con la cabeza hacia Yecla. Da la impresión de que está incubando un tesoro como reza el dicho popular:

Yecla yeclín
mucho dinero
se encuentra en ti.
Pero más se encierra
en el cerro del Arabí.

Este dicho popular es una verdad tan grande como el propio monte. Desde su cima en días de claro horizonte se divisa el mar y nos regala un paisaje maravilloso.
Por su parte norte discurre la cañada de Yecla, por donde pasa la vía Augusta, la misma que utilizó Aníbal en su campaña desde Cartago hacia Italia y por la que vinieron las legiones romanas a colonizar Hispania.


En esta zona también se encuentra la llamada Puerta de la Iglesia, donde muchos jóvenes de Yecla iniciaron su aprendizaje en la escalada. Más arriba, en el Barranco del Gato, se encuentra la Cueva del Marrano y la Cueva de la Ventana. A la vía Augusta también se la denomina "camino de Madrid" porque en el día 5 de Agosto de 1488 fue testigo mudo del paso de Isabel I de Castilla en su camino hacia Chinchilla, después de pernoctar el día anterior en Yecla.
En su parte sur se encuentra el Barranco de los Muertos donde algunos hombres antiguos dicen que hubo una batalla, hecho no demostrado. En dicho barranco se encuentra el Arabilejo y a sus pies un campo de cazoletas y petroglifos, que son unos signos esquemáticos muy complejos que nos legaron nuestros antepasados difíciles de descifrar.
El Arabilejo es un poblado ibérico fortificado de la edad del bronce (1500 a.d). En la parte de abajo del Barranco de los Muertos se encuentra la Cueva del  Tesoro, de la que Jiménez Rubio nos cuenta que a su entrada había dos gigantes con dos mazos de piedra que guardaban el tesoro; pero en realidad es solo una fisura   de la piedra de unos cuarenta metros con la entrada redondeada: el verdadero tesoro es el monte en su conjunto. Cercanas a la cueva están las canteras de las que se extrajo parte de la piedra utilizada para la Basílica de la Purísima y quizás los bloques para construir el santuario del Cerro de los Santos.
En su parte este, mirando a Yecla, se encuentran las pinturas rupestres de Cantos de la Visera y Cueva del  Mediodía descubiertas en 1912 por Julián Zuarzo Palacio.


Estas pinturas del Arte Rupestre Levantino en  la actualidad son Patrimonio de la Humanidad. En su parte oeste se encuentra la Cueva del Patriarca y el Baleo de Roche. Ramón García Montes alías "Roche" se hizo famoso en las guerras carlistas, en las que llegó a  coronel en 1939. Con el Abrazo de Vergara se pone fin  la guerra pero “Roche”, protegido por los terratenientes  Luis y Eduardo Portillo, José Tárraga y el Marques de Monte Alegre, con una partida importante de hombres, sigue sus correrías por la zona de Yecla. Cuando lo acorrala la guardia civil en el monte Arabí logró huir, pero dejo su famoso "baleo" esculpido por él allí, grabado que todavía se conserva.

En 1913 el Abate Breuil, al que en Europa se le conocía como el padre de la prehistoria, visita el monte Arabí sin saber que un año antes Zuazo Palacios ya había descubierto las pinturas rupestres de Cantos de Visera 1 y 2.Al pasar el Abate Breuil por los Cantos había un cazador de reclamo y  por no molestarlo se desvió un poco y no los vió. En cambio ochocientos metros más allá, sí vió el abrigo del mediodía. Pocos meses después, acompañado de su colaborador Burkitt de la universidad de Cambridge, redescubrieron los Cantos de Visera quedando impresionados porque sus pinturas eran naturalistas con algún detalle esquemático y a sólo ochocientos metros, en el abrigo de levante, ya eran totalmente esquemáticos; les hicieron unos calcos y lo difundieron por Madrid y París. En esos años primeros del siglo XX los mejores arqueólogos de Europa visitaron para sus estudios el monte Arabí. Zuazo Palacios compró el monte con la finalidad de proteger la pintura de este arte levantino. En el año 2012 visita el monte Arabí Jean Clot, eminente arqueólogo francés que se fue gratamente impresionado con nuestro monte.

El último cantero artesano que vivió gran parte de su vida en este monte, llevándolo siempre en su corazón, fue Francisco “el guardia del Arabí”. Era el hombre de confianza de la familia Zuazo Palacios. Cuando había una cortada de pinos, él vigilaba que se cortaran justo los que señalaba el contrato. También tallaba la piedra y el granito para los encargos que le hacían. En el año 1.953 talló los portales del Ayuntamiento de Yecla, e hizo que los transportaran hasta el pueblo los carretones de los "Hermanos Saturno". También talló la pileta que recoge el agua del monumento a Azorín, ubicado en el Jardín municipal, utilizando solo el cincel y el martillo.

Tenían razón nuestros viejos yeclanos con el refrán mencionado,  pues dicho monte es uno de los mejores tesoros que tiene nuestro pueblo. Hace unos años nuestro Ayuntamiento tuvo a bien recoger el deseo de los yeclanos de comprarlo e incrementar nuestro patrimonio cultural e histórico. Sin esta actuación seria una triste cantera de mármol, por lo que hay que amarlo y conservarlo.
Tomás Castillo Martínez





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